Un cachorro no tienen las mismas necesidades alimentarias que un perro adulto o anciano. Su metabolismo y su actividad física cambian. Por eso es importante aportarle un alimento equilibrado.
CACHORROS
Esta estapa es la más importante. Se le considera cachorro hasta los 7 mees.(2 años en razas grandes). Luego llega a la pubertad.
Esta fase es la más importante, ya que desarrolla sus músculos y órganos internos, por lo que su alimentación será rica en aminoácidos, calcio, fósforo y minerales. Este último muy importante para desarrollar su esqueleto y corpulencia.
Las raciones son aconsejables tres o cuatro veces diarias.
Para ayudar un poco al cachorro a mastica la comida, podemos humedecerlas un poco con agua tibia.
También se puede combinar con un cuarto de comida húmeda con 3 cuartos de seca. Esto hace que facilite su digestión y asimilará mejor los nutrientes.
ADULTOS
En esta etapa, no necesitará tanto aporte energético. A partir de la madures, hay que reducir las raciones de comida. El número de de raciones diarias serán una o dos veces al día. Se le podrá humedecer la comida para ayudarle a digerirla.
Para que no tenga sobrepeso habrá que darle siempre la cantidad indicada según su peso. Esto lo encontraremos en los paquetes de comida.
Un menú ideal para un perro adulto ( a partir de los 7 meses y 2 años en razas grandes) tiene que tener 18% de proteínas, 5% de grasas y 40% de carbohidratos y 10% de agua.
Las proteínas son fundamentales en esta etapa, ya que si le faltara, podría causarle problemas gastrointestinales y falta de energía.
Cuanto más saludable sea su alimentación durante su juventud, más fuerte llegará a su vejez.
Cuando queramos cambiarles su alimentación, habrá que hacerlo gradualmente para que se adapten al nuevo alimento. Los alimentos secos en esta etapa son los mejores y siempre tendrá que tener agua a su disposición.
ANCIANOS
A partir de los 8 años el perro es anciano. Su organismo es más lento y su actividad se reduce. Suelen perder un poco el apetito y tener dificultad para digerirlos.
Es conveniente una comida baja en sal que tenga un 18% de proteínas y solo un 5% de grasa, y sin olvidar controlar la cantidad de comida según su peso. De esta forma se evita que el perro engorde y tenga problemas en las articulaciones, de corazón y mala respiración.
Las raciones serán varias veces al día. Y su prioridad en la alimentación será los suplementos vitamínicos y minerales.
Uno de los innumerables beneficios de esterilizar a tu mascota, es que dejará de segregar hormonas que intervienen en su metabolismo.